Lo primero que nos dijeron es que necesitaban un mueble con mucha capacidad, que los últimos diseños de lava-manos sobre una gruesa encimera no les interesaba. Eso sí, nos exigieron que el resultado fuera ligero visualmente. Para conseguirlo elevamos el mueble mediante cinco patas de acero inxodable de sección cuadrada.
Asociamos visualmente la forma cuadrada de las patas con los tiradores y un entramado, ordenado, de acanaladuras grabadas en puertas y cajones consiguió ornamentar el frontal de todo el mueble. Un sobre de piedra caliza igualó tonos con las paredes.
Los cajones con guias de auto-cierre.
Paradójicamente no quisieron espejo "No nos gusta mirarnos mientras nos lavamos los dientes" nos dijeron. Así que el espejo lo colocamos en otra pared a la salida del baño.
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