Raro es el dormitorio que no posee esos centímetros vitales bajo las ventanas. Aprovechables al máximo teniendo en cuenta nuestras necesidades. Se puede ocultar un radiador horrible, se puede utilizar para esos libros que ya no caben en otro sitio, o como ocurre aquí se puede aprovechar para instalar un zapatero cerrado con puertas.
Todo el conjunto se ha lacado en un color dos tonos más claro que el de las paredes para conseguir mayor integración y un menor peso visual.
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